sábado, 13 de diciembre de 2014

El mito más grande de la humanidad, la pirámide nutricional

Pirámide Nutricional
  

  La ciencia está repleta de falsas creencias y mitos, hechos que damos por supuesto porque así las hemos aprendido desde pequeños. Estamos influidos por la sociedad y el entorno que nos rodea, adquirimos costumbres y hábitos de acuerdo con la sociedad, esta sociedad a su vez está influida por los todopoderosos medios de comunicación que a su vez son controlados por un ente superior más allá del gobierno y sus líderes. Nos referimos a los intereses económicos.

   A veces traspasamos la barrera de estos intereses cuando hablamos de temas como la salud, el bien más preciado y menospreciado para la humanidad, ese concepto que todos pedimos pero que no sabemos lo que significa hasta que la perdemos.

   Desde el inicio de los tiempos hemos sido cazadores/recolectores, cazábamos para comer gracias a nuestra astucia e inteligencia, comíamos cuando cazábamos, habían días que comíamos en dos ocasiones o días que pasábamos sin comer. Hace 10.000 millones de año que la agricultura apareció y junto a esta se comenzó a introducir en la dieta los hidratos de carbono en forma de frutas, verduras y cereales (base de la pirámide nutricional), en tan ''solo'' ese tiempo nuestro genoma/fenotipo no ha modificado su configuración, seguimos estando programados para ser cazadores/recolectores y seguir corriendo detrás de los animales, no estamos preparados para ese gran macronutriente por excelencia, los carbohidratos o hidratos de carbono (60-65% valora calórico total diario según la base de la pirámide nutricional o la dieta mediterránea).

   Miles de años después apareció el gran mal de la humanidad del que estamos sometidos, ''enganchados'' y del cual no podemos escapar, la industrialización. Este concepto trajo consigo una nueva fuente de alimentos procesados y envasados. Increíblemente los alimentos podían conservarse mucho más tiempo y seguir siendo comestibles, la revolución había llegado al mundo pero esta revolución trajo consigo otros nuevos conceptos como obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y las enfermedades asociadas.

¿Por qué? Nuestra energía proviene de los hidratos de carbono, ¡Qué locura! ¡Qué afirmación más inútil! ¡cuanta ignorancia!.


   Esas afirmaciones las he escuchado cada vez que intentaba expresar mi opinión, cada vez que intentaba ampliar el campo de visión más allá de la palabra del señor... digo... del profesor.

   La locura aparece cuando comienza la pandemia de la obesidad, cuando 2 de cada 3 niños son obesos y cuando las enfermedades relacionadas se cuadriplican cada año que termina, es muy difícil identificar a una persona normopesa porque a penas existen. ¡Qué locura! ¿algo tiene que fallar? ¿no?.

   Y es ahí cuando todo cambia, con la industrialización, cuando los cereales dejan de ser cereales y pasan a ser azúcar con algo de cereal, cuando sustituimos los alimentos del campo por los envasados con salsa barbacoa, cuando buscamos zumos ''sin azúcar añadido'' y cuando comemos pan integral porque ''engorda menos''.

Dieta mediterranea, buena para el corazón y la razón.


   60-65% del valor calórico total en forma de carbohidratos para mantener los niveles adecuados de energía para poder afrontar cualquier acontecimiento en la vida. 60-65% de HC que repartimos en 4-5 comidas al día, 60-65% de HC ricos en azúcares simples y bajos en fibra. 60-65% de HC que elevan nuestra insulina a niveles desorbitados, chorros y chorros de insulina que provocan un revuelto hormonal que vuelve loco nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo protesta como buen sabio y no se conforma, ¿cómo? guardando toda esa gran cantidad de energía que nos sobra.

   Se ha demostrado que podemos vivir perfectamente invirtiendo la pirámide nutricional, no nos engañemos, no nos hacen falta 300gr de hidratos de carbono al día para que funcionemos, con una cuarta parte podemos ser capaces de afrontar la vida con más alegría, menos sueño después de comer y más fuerza.

¿Y mi cerebro? Él no puede vivir sin glucosa/azúcar.


   Esta es otra falsa creencia, nuestro cerebro funciona perfectamente cuando se alimenta de cuerpos cetónicos, incluso los prefiere. ¿Qué son? productos de la degradación de las grasas, digamos que es la unidad mínima de un ácido graso como lo es un aminoácido para una proteína. Estos cuerpo cetónicos son lo suficientemente listos como para contentar nuestro cerebro y hacer que funcione en condiciones más óptimas.

  El efecto negativos de los cuerpos cetónicos es su efecto acidificante en sangre, bajando el PH de la sangre y pudiendo producir la muerte. Este efecto fisiológico se produce solamente en situaciones límite en las que hay total ausencia de HC en la dieta durante un largo periodo de tiempo, hoy en día es prácticamente imposible que esto se produzca.

Efecto protector de los cuerpos cetónicos. Previenen y tratan ciertas enfermedades.

¿Y cuando salgo a correr? Soy deportista de élite, ¿podré rendir en mi deporte?.


   Es aquí cuando se debería empezar a jugar con los HC, la dieta mediterránea en teoría está diseñada para extrapolarla a una gran parte de la población y siendo realistas esta gran parte de la población es sedentaria (lo dicen los estudios con un ratio muy superior de personas sedentarias), ¿una persona de oficina ingiriendo 65% de HC al día?, esta persona será obesa y probablemente padecerá alguna enfermedad cardiovascular con el tiempo sin contar con que podría generar una cierta resistencia a la insulina.

   ¿Eres deportista? no te preocupes, ingiere los HC que necesites, realiza una carga de los mismos antes de comenzar a hacer deporte de alta intensidad, las grasas no están preparadas para darnos energía durante un sprint, en una carrera de ciclismo o mientras practicamos HIIT pero sí están preparadas para hacernos funcionar de la forma más óptima con unos resultados excelentes en la mayoría de las ocasiones, podrás practicar deporte de baja y media intensidad, tranquilo.

¿Entonces qué hacemos? ¿Dejamos de consumir HC las personas de oficina o que no tenemos tiempo para salir a hacer deporte?.


   NO, no hay que eliminar los hidratos de carbono de la dieta, hay que INVERTIR la pirámide nutricional no siendo equiparable para el 100% de la población pero sí para la mayoría (sedentarios) puesto que las grasas no nos engordan ellas solas (otra falsa creencia) sino que los HC son lo que consiguen que esa grasas se quede guardada en nuestro michelines. 

Lo que dices no tiene sentido porque muchos artículos científicos que resaltan las bondades de la pirámide nutricional.


   En efecto estos estudios existen, estudios que engrandecen algo en concreto de la dieta mediterránea, la mayoría de ellos financiados por empresas como Nestlé, Nutriben o empresas farmacéuticas porque si no existiera la obesidad no existirían las enfermedades relacionadas, no existirían fármacos para ''combatirlas'', no existirían productos dietéticos ni con el apellido ''light'', tampoco tendría la repercusión hoy día empresas pioneras como la todopoderosa Nestlé.

¿Apostaría por una dieta con 10-15% de proteínas, 30-35% de hidratos de carbono y 60-65% de grasas?

Sí rotundamente. 

¿Es viable cambiar de forma rotunda la forma de alimentarnos?


   No, no lo es. La sociedad tiene unas costumbres y unos ''vicios'' que no se pueden eliminar de la noche a la mañana, no podemos cambiar el mundo pero sí que podemos hacer que la gente tome conciencia de esto. 

   Estamos ante la misión más complicada de la humanidad en la que si entiendes estos conceptos y los intentar aplicar te darás cuenta lo difícil que esto resulta, os animo a comenzar a leer etiquetas nutricionales porque seguro que os llevarías una nongrata sorpresa.






Este artículo no pretende herir la sensibilidad de nadie, está escrito a ''groso'' modo para dar a entender el concepto. 
No se ha escrito de la ''nada'' todo se puede probar mediante bases de datos y conceptos de la fisiología humana.